martes, 6 de diciembre de 2011

Horizonte.

No esperé a que llegara, pero notaba  que se avecinaba

la vida lo predestinaba y sin ninguna culpa ya lo aceptaba


Muy lejos estaba y yo lo admiraba

no hacía falta tenerlo a mi lado

ya mi corazón palpitaba


Como una fuente de vida llegó

como un sueño de cada noche me abrigó

 como la brisa de cada mañana se marchó


Aunque sus labios no llegaba besar

mi cuerpo lo clamaba sin cesar;

mi ser sabía que ese día habría de llegar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario