Alguien toca a la puerta,
se oye un suspiro,
Y se da cuenta que es él
Baja su cabeza y se resigna,
Señor Soledad el fiel amigo.
En ocasiones se acerca,
Para una afable conversación
Aunque la mayoría del tiempo,
me deja escuchar su dulce canción.
Ese extraño silencio,
Que brinda confianza
Y secuestra en las noches
Simplemente él.
El que en cierto tiempo se distancia
Pero en su mayoría siempre acompaña,
No resientas de los sentimientos humanos.
Pues en realidad eres bienvenido,
Pero seguirá el necio anhelo
De que toquen a la puerta
Y no sentir tal recelo
De que simplemente es él
Llamado por muchos Soledad.
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