Señor Soledad.

Alguien toca a la puerta,

 se oye un suspiro,

 Y se da cuenta que es él

Baja su cabeza y se resigna,

 Señor Soledad el fiel amigo.

En ocasiones se acerca,

 Para una afable conversación

Aunque la mayoría del tiempo,

me deja escuchar su dulce canción.

Ese extraño silencio,

                                                                 Que brinda confianza

 Y secuestra en las noches

Simplemente él.

El que en cierto tiempo se distancia

Pero en su mayoría siempre  acompaña,

No  resientas de los sentimientos humanos.

                                                       Pues en realidad eres bienvenido,

                                                       Pero seguirá el necio anhelo

De que toquen a la puerta

Y no sentir tal recelo

De que simplemente  es él

Llamado por muchos Soledad.

Déjame Soñar

Déjame soñar, permiteme vivir en fantasía

ayúdame a sentir la alegría

que un día  quise aflorar.

Déjame soñar, por muchos que sienten agonía

por aquellos que no sueñan ni de noche ni de día

por miedo a no regresar.

Déjame soñar, en vez de vivir la cruel realidad,

que  día a día me hace empeorar,

no me dejes fallecer en la cruda verdad.

Déjame soñar, déjame sentir el viento pasar,

quiero saber que es volar,

quiero saber que hacen las nubes al pasar.

Déjame soñar, y besar la brisa del mar,

que aún en un sueño ligero sentiré

solo déjame, déjame soñar.

Déjame soñar, y juntos, un tesoro hemos de buscar

Buscaremos en un mapa, que de un suspiro la brisa robará

y el tan solo empezar a buscar, me iluminará

Quiero saber que es la vida

quiero saber que es el amar y para ello

déjame soñar.